Prólogo.
La
lluvia paseaba tristemente por las calles de Incheon. Esa era la lluvia en la que
tantas veces había soñado. La lluvia en la que quería mojarme junto con mi amor
verdadero, para así darle un toque de felicidad… Un toque de felicidad que el
mismo cielo anunciaría bajo la hermosa luz del arcoíris. En casa aguardaba el
silencio, solo podía escuchar cómo caía la lluvia mientras miraba hipnotizada a
través de la ventana. Yo realmente lo deseaba… deseaba encontrar el amor. Cada vez que llovía, me sumergía en mis
pensamientos creando un bello cuento de hadas. Un cuento de hadas… que acababa
arruinado al encontrarse con las puertas de la realidad. El silencio se rompió
por completo. Solo podía escuchar las voces de mis padres… desgastadas de
lamentar una y otra vez ese amor que acabó en fracaso: el divorcio. La lluvia
quedó atrás… ya inalcanzable. Solo podía escuchar una frase que se repetía
constantemente en mi cabeza… ‘’Por favor, llévame lejos’’.