lunes, 23 de abril de 2012


Prólogo.


La lluvia paseaba tristemente por las calles de Incheon. Esa era la lluvia en la que tantas veces había soñado. La lluvia en la que quería mojarme junto con mi amor verdadero, para así darle un toque de felicidad… Un toque de felicidad que el mismo cielo anunciaría bajo la hermosa luz del arcoíris. En casa aguardaba el silencio, solo podía escuchar cómo caía la lluvia mientras miraba hipnotizada a través de la ventana. Yo realmente lo deseaba… deseaba encontrar el amor.  Cada vez que llovía, me sumergía en mis pensamientos creando un bello cuento de hadas. Un cuento de hadas… que acababa arruinado al encontrarse con las puertas de la realidad. El silencio se rompió por completo. Solo podía escuchar las voces de mis padres… desgastadas de lamentar una y otra vez ese amor que acabó en fracaso: el divorcio. La lluvia quedó atrás… ya inalcanzable. Solo podía escuchar una frase que se repetía constantemente en mi cabeza… ‘’Por favor, llévame lejos’’.